“¡Mira!, ¡cita Tinder!”

Cuchichea un grupo de amigos sentados en un bar junto a una pareja. Ella, contando que le gusta leer a Dickens. Él, que su grupo preferido es Vetusta Morla. Las parejas en primeras citas que han conectado a través de Tinder se han convertido en un paisaje habitual en bares y restaurantes. Y antes incluso de que los detecten los grupos de amigos, los detectan ellos: los camareros.

Desde detrás de la barra o sirviendo cañas en la mesa, los camareros conviven a diario con los nervios, los flirteos y las conversaciones de ascensor. Su radar es casi infalible y han presenciado todo tipo de situaciones: desde la cita triunfal hasta el plantón. Por eso Tinder, la app líder para conocer gente nueva, ha hablado con el personal de Malpica Bar, El Circo de las Tapas y Bar Toboggan, tres locales emblemáticos de Madrid, para diseccionar la anatomía de esos primeros encuentros y cómo abordarlos.

-   Trabajo, piso y vacaciones, temas estrella. Según Antonio, propietario de Malpica Bar, las profesiones, los alquileres y los viajes no faltan en las primeras tomas de contacto. Romper el hielo lleva su tiempo y por algún lado hay que empezar a conocerse. Eso sí, recomienda evitar que las primeras conversaciones se parezcan al trayecto en ascensor que compartes con el vecino del quinto.

-     La caña como motor de conversación. Es “sin duda” la bebida preferida para una primera cita, dicen desde El Circo de las Tapas. Una caña o dos pueden desinhibirnos y hacernos sentir más cómodos, pero es importante mantener las formas y beber responsablemente. A nadie le gusta recordar una primera cita desastrosa o, peor aún, no recordarla.

-     Todos los días son viernes. El personal del Bar Toboggan coincide en que no hay un día establecido para estos encuentros. Entresemana se camuflan entre los afterworks, pero también atestan los restaurantes durante el fin de semana. El lugar y fecha de la cita depende de la pareja y la elección del local varía “según su estilo y grado de compromiso”.

-   ¿Llegan juntos o por separado? Otro signo claro de cita es la llegada por separado. “Normalmente, se sientan en dos o tres sitios distintos mientras esperan”, explica Antonio. “A veces parece que posan, más que toman algo”. Pero lo importante no es como se empieza, sino cómo se acaba. “Tras un par de horas, las parejas se suelen ir juntas, aunque una vez presencié un doble plantón de una chica que olvidó su bolso y tuvo que volver”.

-    Algún plantón, pero también finales felices. Las citas Tinder tienen tantos finales como parejas protagonistas. Lo que empezó como un flirteo puede acabar en amistad, pero también en ‘y comieron perdices’: “Tenemos una pareja que se conoció en El Circo a través de Tinder. Aunque no hubo feeling, ahora son grandes amigos”. 

No sabemos si el gremio de camareros podría dar el salto al asesoramiento emocional, pero desde luego su experiencia da para escribir multitud de historias. En lo que todos ellos coinciden es que la naturalidad y el respeto son las claves fundamentales para triunfar en estas primeras citas Tinder.